viernes, 28 de noviembre de 2014

pinturas de la ciudad del cusco

La pintura de los siglos XVII y XVIII en el Cusco, adquieren la categoría de Escuela, por las múltiples características formales e iconográficas, por su amplia difusión territorial, y, por una continuidad en materia técnica y estética de los talleres cusqueños, tanto de personalidades identificados como de autores anónimos. En ella, se desarrollaron los más reelevantes resultados de la convergencia de tradiciones occidentales y locales indígenas. Los estudios en esta materia por connotados investigadores peruanos y extranjeros, han dado luz a aspectos muy reveladores de esta importantísima parcela del arte peruano colonial.

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La pintura cusqueña de los siglos XVII y XVIII tiene antecedentes en las obras de Bernardo Bitti, cuyo sello pictórico se mantendrá tanto en pintores de renombre como en los anónimos. El manierismo del pintor jesuita queda expresado en una obra de la Catedral del Cusco, "La virgen del pajarito". Otro pintor, discípulo del manierismo de Angelino Medoro, es Luis de Riaño. Éste, al igual que su maestro ofrecen los primeros rasgos naturalistas que llevaran más adelante al estilo propio de la escuela cusqueña, el barroco.



El terremoto de 1650 motivó en el Cusco una serie de reconstrucciones que abrieron las puertas al barroco. El personaje que participó activamente en estos cambios que se operaron y que a la postre iniciaría el surgimiento de la escuela cusqueña fue el obispo Manuel de Mollinedo y Angulo. Su mecenazgo artístico y cutural ha sido llamado también como la “era Mollinedo”, relacionado con el esplendor artístico en los Andes (Wuffarden, 2004)




Al mismo tiempo que la pintura, se desarrollan otros géneros artísticos más relacionados con el pasado prehispánico y cuyas técnicas y temáticas se proponen un ideario más localista generada por el Renacimiento Inca, como ejemplo tenemos: queros, tapices y piedras de huamanga).





Por otro lado, la escultura, con imágenes de vírgenes y santos y la elaboración de púlpitos y retablos, adquieren una coherencia barroca, que los programas eclésiasticos y la habilidad de los indígenas supieron congeniar. En este sentido destaca la figura, algunas veces tradicional de Juan Tomas Tayri Tupac, a quién se le atribuyen "La Virgen de la Almudena " y la joya del tallado barroco cusqueño "El púlpito de la Iglesia de San Blas" 






pinturas de angeles y querubines



Boucher, François : Jupiter y Callisto

Boucher, François : Jupiter y Callisto


Anonym, (um 1900) : Guardian Angel escorts a C...



Bouguereau, William Adolphe : The St. virgin, surrounded...



, Joseph Mallord William Turner : The angel in front of the ...

 Joseph Mallord William Turner : The angel in front of the sun

Beato Angelico, Fra : Angel playing instruments


Bouguereau, William Adolphe : Cupidon detail

Bouguereau, William Adolphe : Cupidon detail

da Messina, Antonello : An angel supports the body...

da Messina, Antonello : An angel supports the body Christi.

Mengs, Anton Raffael : Amor, the arrow sharpening...

  Mengs, Anton Raffael : Amor, the arrow sharpening.






lunes, 24 de noviembre de 2014

las mejores pinturas del siglo XX.

PINTURAS DEL SIGLO XX

Comenzando el siglo XX en Cantabria el panorama pictórico se caracteriza por una sensible pobreza. Pervive aún el academicismo decimonónico, tanto en la corriente costumbrista como en la paisajista, que había contado en nuestra región con pintores tan destacados como Agustín Riancho o Casimiro Saínz. Pronto una serie de artistas en desacuerdo con el ambiente periférico se trasladan al extranjero, formándose y exponiendo en ambientes de miras más amplias.




Durante la primera mitad del siglo XX destacan tres pintores con estilos muy diferentes entre sí, a los que une el deseo de no dejarse llevar por los gustos de la burguesía tradicional. Francisco Iturrino (1864-1924) se vincula tempranamente a la Escuela Vasca, desarrollando posteriormente en París un arte colorista y lleno de luz cercano al fauvismo y postimpresionismo. Sus obras más tardías, presentan una fuerte carga sensual y lumínica, como se observa en "Andaluzas". María Blanchard (1881-1932) tras su etapa de formación costumbrista ("Gitana"), estudia en París, conociendo a Picasso y a Juan Gris y adscribiéndose a la corriente cubista tardía sin abandonar nunca el figurativismo. Destaca su última etapa en la que aborda una iconografía de retratos de niños y mujeres cargados de melancolía, como en "Comida familiar".




José Gutiérrez Solana (1886-1945) aunque nacido en Madrid se considera un pintor cercano a Cantabria, pues aquí reside largas temporadas y su obra aparece cargada de temas locales y costumbristas ("La rampa de Puertochico"). Su principal característica es cierto pesimismo expresionista, recreando un mundo sórdido ("Los Traperos"), de barrios bajos, mendigos, burdeles. Son retratos de su "España negra", con un estilo oscuro y tétrico, propio de un expresionismo muy personal, tenebrista y de ejecución rápida.


Imagen decorativa flamenca por Van der Weyden.


Junto a estos artistas más innovadores existen varios pintores ligados a la estética tradicional, que sin embargo en determinados momentos de su carrera se dejan influir por corrientes más vanguardistas. En este grupo destacan artistas como Ricardo Bernardo (1897-1940) quien evoluciona desde una temática costumbrista regionalista hasta una pintura más sobria y fría vinculada a conceptos simbolistas, como en "Desnudo"; o Gerardo de Alvear (1877-1964) que mantuvo su pintura dentro de los cánones tradicionales, aunque sirviéndose de elementos tardoimpresionistas de tonos fauvistas y una técnica suelta y colorista, como en "Buenos Aires lluvioso".



Retrato en impresionismo americano por la artista Weinberg.

Como uno de los creadores plásticos más importantes de los cincuenta años centrales de este siglo (1920-1970) destaca Pancho Cossío (1894-1974). Su modo de concebir la pintura evoluciona desde el realismo académico hasta los postulados postcubistas, siendo su etapa final la más importante. Esta se caracteriza por una concepción muy personal de la pintura, cercana a la abstracción, basándose en las transparencias y fuertes empastes y realizando sobre todo temas marinos, como "Ventana frente al mar", bodegones o retratos.


Mujer elegante, pintura fina por el impresionista Frieseke.



Un caso peculiar lo constituye el pintor Luis Quintanilla Isasi, cuya obra queda impregnada por su compromiso social y conocimiento de las vanguardias. Se establece en Estados Unidos, quedando la mayor parte de su producción en Nueva York.


Cuadro al óleo en estilo fovista escocés por Cadell.


Entre los pintores de la llamada "Generación de posguerra", cuyo estilo se caracteriza por la fusión de eclecticismo y personalismo, destacan Manuel Gómez Raba, Eduardo Pisano, Martín Sáinz y Antonio Quirós (1912-1984), quien está influido por la pintura tradicional y las vanguardias (tardocubismo, surrealismo y simbolismo), sobresaliendo sus figuras de empastes y toques vidriados.